domingo, 7 de junio de 2009

Una palabra en el espacio

...es así como se siente publicar en este blog. Como decir una palabra en el espacio exterior. ¿Quién la leerá? ¿Quién escuchará cualquier grito por sonoro y rotundo?

Sólo una cosa, queda la esperanza de que un día cualquiera a quien le des la dirección se tope con tus escritos. Entonces será un intento exitoso del hombre por sobrevivir al tiempo y la distancia. Un pequeño triunfo sobre el anononimato del mono desnudo en la sociedad occidental cosmopolita. En Caracas, mientras mi esposa duerme sin haberse querido tomar los medicamentos, mientras mi niño sueña, y el hijo de mi esposa (mío también) y mientras su hija (mía también) salió a congregarse a la iglesia, y mi corazón late al borde del llanto, de la opresión por la preocupación de saber si hoy o mañana convulsionará o aumentarán sus dolores de columna. En la otrora ciudad de techos rojos, ahora la del metro, la de Chávez y la revolución, la del hampa que te azota y te persigue como una sombra subconciente aunque hoy no te atrapen, quien sabe cuando... hojalá hoy no sea...

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