jueves, 29 de julio de 2010

Que ironía

Luego de escribir la última entrada, el viernes 9 de abril, amaneciendo el 10, día de mi cumpleaños, mi esposa abandonó este mundo, mientras me quedé dormido en el cuarto del niño. Me despertaron los gritos de Freyi llamando a Daney. ¿Cómo fue? Da igual. Un accidente de auto, un infarto, da igual, se fue de este mundo. Y yo escribiendo estupideces esa noche para luego quedarme dormido en el cuarto de Pedro. La dejé acostadita en su cama, adoptando posición fetal, consumida por sus múltiples endermedades, y hundida en el foso mas hondo de la depresión que nunca vi en ella. Me dejó amándola y no me enseñó a vivir sin ella. Ya no seré el mismo, ya nunca más...